Por abortos espontáneos, a prisión


Nueve mujeres han sido liberadas en Guanajuato gracias a la presión social después de cumplir entre dos y nueve años de prisión por haber sufrido abortos naturales.

Yolanda Martínez, fue acusada de homicidio en razón de parentesco después de haber sufrido presuntamente un aborto espontáneo, que ella misma niega. Tiene 26 años y acaba de salir de la cárcel después de 6 años y 8 meses presa. Tenía que cumplir una sentencia de 25 años por haber matado a su futuro bebé, aunque ella asegura que no estaba embarazada cuando fue, desde su aldea al hospital de Dolores Hidalgo, con la menstruación y un dolor en los pechos. La doctora que la recibió no la atendió en ningún momento sino que llamó directamente a la policía, quién la trasladó del hospital al penal.

Ana Rosa Padrón, el otro caso, saldrá hoy de la cácerlo, luego de siete años de prisión. Ha estado 30 meses en la prisión desde que sufrió un aborto espontáneo en su segundo embarazo.

Este estado es uno de los más retrógradas del país y las interrupciones del embarazo están penalizadas hasta en casos de violación. Sin embargo, gracias a la presión mediática y a la campaña de la Organización de las Naciones Unidas, estas dos más otras siete mujeres , todas ellas campesinas del norte del estado de Guanajuato, una de las zonas más retrógradas del país, salieron en libertad. Purgaban sentencias de entre 25 y 29 años, acusadas de asesinato, aunque 6 de ellas tuvieron abortos espontáneos, 2 habían sido violadas y Yolanda ni siquiera había estado embarazada nunca.