En Buenos Aires y Argentina en general, los «piropos» son formas de halago y hasta una expresión poética para los hombres. Sin embargo, para muchas mujeres, el piropo callejero es una forma de acoso que las ofende, las humilla y, en algunos casos, las denigra.
Frente a este aparente malentendido, el movimiento feminista internacional Hollaback se propuso desde su creación en Estados Unidos en 2005 conformar una red virtual para las mujeres que se sienten agredidas en el espacio público por la palabra de los hombres.
La organización plantea la necesidad de desnaturalizar esa forma de maltrato y estableció sedes en diferentes ciudades de América del Norte, América Latina, Europa y Asia, entre ellas Buenos Aires, donde al igual que en Ciudad de México la filial sumó el nombre de ¡Atrévete! al de Hollaback.
La meta de Hollaback, que viene a significar «te devuelvo el saludo» según su coordinadora en la capital Argentina, Inti María Tidball-Binz, es generar conciencia sobre esta violencia invisibilizada contra niñas, adolescentes y mujeres.